Gente que piensa (en mí)

miércoles, 19 de marzo de 2014

Pasar página. Ojalá.

Hoy he vuelto a leer a Irene X y me he sentido, de nuevo, perdida. Perdida entre tanta poesía, entre tanto sexo y entre tanta risa. Perdida en el silencio que dejaste cuando te fuiste, ese mismo silencio que ahora se ha instalado entre los libros de la mesilla de noche, en cada mota de polvo y en las gotas de lluvia que se posan en la ventana. Me he sentido perdida, triste y sola. Y vieja. Como si las preocupaciones pesaran cada vez más bajo mis párpados. Sí, lo sabes bien, no son ojeras, son penas. Son las huellas de todas las lágrimas que he derramado en los últimos meses, las huellas de un camino desandado. No sé si era el camino de la felicidad, pero al menos lo parecía. Al menos lograba que me sintiera viva. Y que dolor. Y que triste. Todo lo que estamos perdiendo por no atrevernos a ser más que nada. Todo el tiempo que hemos desperdiciado. Que tú y yo podríamos estar ahora mismo riéndonos, fumando, haciendo el amor o simplemente cogiéndonos de las manos. Y sin embargo, estamos solos. Lejos. Perdidos. Tristes. Con el corazón roto y con un nudo en la garganta que no nos permite decir lo que sentimos. O no. Porque lo peor de todo es que tú ya estás pasando página. Que este libro de desilusiones y derrotas que es mi vida ya no te interesa. Que ya no doblas las páginas de los poemas que más te gustan. Y ya no tiene gracia compartir los versos que me hacen llorar si no es contigo. Que ya no tiene gracia escribir lo feliz que soy si no es contigo.Que ya no tiene gracia ser porque es imposible ser si no es contigo.

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