Gente que piensa (en mí)

lunes, 29 de julio de 2013

Ya lo dijo Sabina.

Es gracioso, porque de lo que menos me acuerdo es de la canción y aun así no puedo olvidar aquel momento. No puedo borrar de mi memoria su imagen tumbado sobre la cama, cantando mientras me miraba fijamente. Y ahora que ha pasado el tiempo incluso puedo verme a mí fascinada, embelesada como nunca lo había estado, pensando en lo bonita que era su voz y en lo bien que sonaba cuando cantaba para mí. 
Y eso es lo que más me duele, que no puedo recordar que canción era, ni de qué grupo, pero lo tengo clavado, repitiéndose una y otra vez en mi cabeza como un bucle. Él, él y él. Él es todo lo que puedo ver porque de alguna manera me hipnotizó y así sigo. Esperando a que vuelva a cantarme, a que vuelva a sonreír orgulloso, orgulloso de su voz y de mí. Y eso es lo único que hago, esperar, en ello invierto todo mi tiempo. Espero a que vuelva, pero también espero a dejar de esperar. Espero y deseo que esta parte de mí tan soñadora y tan optimista acepte de una vez que él ya no está aquí y que nunca más va a estar, porque nunca estuvo. Ya lo dijo Sabina: "No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca, jamás, sucedió."

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