Gente que piensa (en mí)

martes, 31 de diciembre de 2013

Me hundí en tu noche y el placer...

Una noche susurraste que tenías miedo a enamorarte de mí. Y supongo que, al final, el miedo acabó pesando más que los kilos de risas, orgasmos y caricias que escondíamos bajo la piel.

Ahora, te has ido, o quizá me he ido yo antes de que me obligaras a saltar al vacío. Porque supongo que eso es lo que hicimos siempre, conducir por una carretera desierta en la que sólo estábamos tú y yo pero que desde el primer momento, nos llevó al abismo. Al menos, me alegro de haber disfrutado de las vistas de tu cuerpo.

Si dijera que te echo de menos, mentiría. Tampoco diría la verdad si dijera que ahora ya te echo de más. Para que engañarnos, me he acostumbrado a tu ausencia, me he hecho al vacío y ya ni si quiera añoro los días en los que nos comíamos el mundo en la piel del otro. Me he acostumbrado a no tenerte, a quererte, a llorar con Andrés Suarez y a sonreír con el recuerdo de tus manos. Tus manos, amplias y expertas. Tus manos, que fueron lo más cerca que estuve de conocer jamás el significado de la palabra “hogar.


2 comentarios:

  1. precioso, me contuve mucho tiempo de leer cosas así, y haberlo vuelto a hacer con tu entrada creo que fue lo correcto...
    tal vez también pueda sonreír algún día con el recuerdo de sus manos C:

    *O* besotes para ti sigue escribiendo cosas como esta :3

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    1. Me alegro mucho de que hayas vuelto a leer entradas de este tipo y si encima es mía, ¡doble felicidad! Ya verás como podrás sonreír, nunca hay que perder la esperaza!

      Un besito

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