‘Nunca he
encontrado las palabras para describirte, quizá porque nunca he sabido qué
decir de ti. Nunca he sabido expresar esa sensación de querer y odiar a la vez,
de querer estar a tu lado y mandarte a la mierda. Nunca he sabido como decirte
que me dejaras en paz, que estaba harta, que lo único que quería era que te
callaras y te fueras, pero para volver después, para comerte la boca, para
follarnos hasta agotarnos y para volver a empezar.
Supongo que
siempre has sido eso, el huracán y la calma, la lluvia y el fuego. Las ganas de
quedarse y las ganas de huir. Pero sobre todo y por encima de todo, las ganas
de cerrar el libro, apagar el móvil, abrir las piernas, enredarnos en un mar de
caricias y olvidarnos de todo. De todas las preocupaciones, de todos los
miedos, de todos los te quieros y los te odios. Olvidarnos incluso de nuestros
nombres, de los motivos que nos han llevado a esta situación. Olvidarnos de
todo menos de nosotros y de ese escalofrío que me recorre la espalda cuando te
siento a escasos centímetros de mí.’
Es que no siempre es fácil unir los sentimientos a palabras porque, en la mayoría de los casos, éstas se quedan cortas y no expresan todo lo que sentimos.
ResponderEliminarun besoo!