Las mismas
cosas que hacen que te quiera tanto son las que a su vez me alejan de ti. Y créeme,
no quiero cambiarte, no quiero que seas algo que no eres, pero tampoco quiero
vivir con la frustración de saber que no eres todo lo que anhelo que seas. Yo
solo quiero que seamos felices y por fin, ahora, comienzo a comprender que,
quizá, la única forma de serlo sea por separado. Y aun así sé que nunca antes
te he querido como lo hago en este preciso momento en el que te estoy dejando
ir porque te veo libre, te veo soñando un mundo mejor, construyéndolo con tus
manos y tu sonrisa. Te veo con los ojos más limpios, libres de celos, rencor y
reproches. Sí, por fin te veo y no quiero dejar de hacerlo aunque estés lejos
de aquí, aunque verte signifique que tu camino se aleja de mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario