Gente que piensa (en mí)

sábado, 6 de octubre de 2012

Me duele pensarte.


Me gustan las cosas pequeñas porque son las que puedo controlar. La cantidad de azúcar que añado el café, los minutos que caliento la leche o establecer un determinado tono de llamada. Me gusta la gente que sabe de la vida, que no miente y que son honestas, con ellos mismos y con los demás. Los que no se dicen que todo irá bien para animarse, si no que aceptan la realidad y tratan de cambiarla. También me gusta la lluvia y el frio, la ropa de invierno y los libros viejos. El olor a chocolate que desprende la cocina después de que mi madre haga una pastel.
Sin embargo, no me gusta el amor y tampoco me gusta la confianza. Quizá solo sea porque me han roto el corazón, porque me he desgastado mientras lloraba y porque mi almohada guarda más secretos que los que una persona normal podría aceptar. No me gusta encontrarme con él porque me destroza, me cambia y me vuelve desdichada. Dos segundos pueden significar dos años pensando en él, extrañándolo y deseando que las cosas fueran diferentes. Ojalá lo fueran. Me encantaría ser una de esas personas que se enamoran, salen a cenar, a bailar y mantienen relaciones largas, pero debo aceptar que nunca lo seré. Me cuesta formar y mantener relaciones, me cuesta abrirme y expresar mis sentimientos si no es escribiendo. Me duele no ser yo e incluso me duele quererte.

1 comentario:

  1. La vida es una ruleta, y lo que no puedes controlar, como las relaciones, son así más emocionantes. La vida siendo la ruleta que es, es una sorpresa constante, para bien, o para mal.
    Buena entrada.

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